Comprender la importancia de la cadena de frío en los alimentos, especialmente en la carne, es esencial para garantizar la seguridad alimentaria y la salud de los clientes. La cadena de frío se refiere al control preciso de la temperatura en un rango específico para mantener la calidad de los productos congelados o refrigerados a lo largo de su manejo, conservación, almacenamiento, transporte, distribución y venta. Si la cadena de frío se interrumpe, no es posible re-refrigerar o recongelar el producto, lo que compromete la seguridad alimentaria y puede poner en riesgo la salud de los consumidores. Para más detalles sobre cómo mantener la cadena de frío y acceder a productos adecuados, consulte nuestra guía completa sobre carne.